Un jardín con estilo propio
“…Los jóvenes de hoy día, sobre todo, saben que los progresos de la ciencia y de la técnica son capaces de aportar no sólo nuevos bienes materiales, sino también una participación más amplia a su conocimiento…”
Juan Pablo II
Quien pase por el frente del jardín del Instituto Manuel de Falla seguramente imagina el lugar del encuentro de la fantasía y la realidad evocando el mágico mundo de los castillos de Walt Disney.
Pero esta concepción no sólo es constructiva sino que hace referencia a todo un marco metodológico educativo en donde cada espacio fue concebido pensando en las múltiples posibilidades de uso que tendrían los niños.
Así cada una de sus torres posibilitan encuentros con el conocimiento, visualizando la ciudad desde lo alto, siendo protagonistas del espacio de huerta, visitando los bonsái y vivenciando personalmente el conocimiento de nuestra flora autóctona y también la que no pertenece a esta región, por sólo nombrar algunas de las posibilidades que allí se les brinda.
Si a esto le sumamos la caverna de la alegría con su museo virtual, su sector destinado a ciencias naturales y el salón de usos múltiples también encontraremos otras opciones pedagógicas.
A todo ello debemos sumarle en cada sala la nueva concepción de los rincones y los espacios específicos para el acercamiento de los alumnos a las tecnologías actuales que introducen nociones de robótica, uso de materiales en 3D, utilización del Código QR y de informática general.
Y esto se ha proyectado pensando que los elementos tecnológicos, en general, ya que los mismos no representan ninguna novedad para los niños, porque en la actualidad están mucho más estimulados, exigen otros juegos, quieren otras cosas y en esa línea la escuela debe aggiornarse a la llamada era tecnológica que nos toca transitar, y los docentes capacitarse para poder ofrecer a los niños la tecnología como otro elemento didáctico teniendo en cuenta, entre otros puntos, que se trata de soportes que son multifunción. Así al tener un abordaje plural son muchos los puntos de enseñanza que se pueden poner en práctica, siempre en el entorno del juego, porque se puede trabajar también todo lo que tiene que ver con cuidados de ellos y el hábito de compartir elementos, espacios y experiencias, entre otros.